Antes de la creación del mundo, Dios en su soberanía separó a quienes serían el objeto de Su inmerecido amor para salvarlos del pecado. Todo ser humano es pecador y él en su infinita misericordia vino para morir por cada uno de los que el Padre le dio, y solamente aquellos que fueron separados por Dios serán salvos. Dios podría haber escogido y salvado a todos los hombres, aunque Él podría haber escogido no salvar a nadie, sin embargo no hizo ni una cosa ni otra. En vez de eso, Él se propuso salvar a los hombres pero sabía que algunos quedarían excluidos de esta redención. Esta elección no fue condicionada ni determinada por cualquier cosa que los hombres hicieron o podrían hacer de bueno, sino resultó completamente de Su soberana voluntad.
Este tema también debe ser comprendido en conexión con el pacto eterno entre los miembros de la Trinidad: El acto de elección del PADRE debe ser relacionado con la obra redentora del HIJO (JESÚS), que se dio así mismo para salvar a quienes Dios amó y con la obra renovadora del ESPÍRITU SANTO, que nos lleva a la fe en Cristo.
Fuente: Cinco temas para comprender nuestra fe. Los cinco puntos del calvinismo. Caleb Fernández Pérez.
¿Te
interesa saber más sobre este tema? Acompáñanos todos los jueves a las
7:00 pm en el estudio bíblico, en la Iglesia Nacional Presbiteriana La
Nueva Jerusalén.
0 comentarios:
Publicar un comentario